El hombre más buscado de Colombia
En una operación conjunta entre la policía nacional, ejército nacional y fuerza aérea fue capturado el narcoterrorista Dairo Antonio Úsuga alias Otoniel, en inmediaciones del Cerro YOKI en área general del corregimiento de El totumo de Necoclí, región del Urabá antioqueño.
Este narcoterrorista hizo inicialmente parte de la guerrilla promaoista EPL (ejército popular de liberación), más adelante por señalamientos del partido unión patriótica y el partido comunista, las entonces Farc como brazo armado de las citadas expresiones políticas aparentemente legales, desatan una campaña de exterminio contra el movimiento esperanza, paz y libertad y sindicatos agrarios afines de la Esperanza, Paz y Libertado conocidos como «esperanzados» partido político gestado en el proceso de paz de 1991 entre el EPL y el gobierno de Cesar Gaviria, surgiendo de parte de algunos «esperanzados», un rearme bajo la tutela de la casa Castaño Gil y las ACCU (autodefensas campesinas de Córdoba y Urabá).
Más adelante al surgir las AUC (autodefensas unidas de Colombia), jugó un papel fundamental en la guerra que las ACCU conocidos en el llano como Urabeños, libraron de la mano de Miguel Arroyave contra las ACC (autodefensas campesinas del Casanare) de alias Martin Llanos por las áreas bases y los corredores de narcóticos.
Más adelante tras ser capturado Don Mario y bajo el mando del sucesor su hermano Juan de Dios Úsuga en la época en que a esta estructura criminal se le pasó de denominar Urabeños a clan Úsuga, hizo parte de la banda liderada por Daniel Rendón Herrera alias Don Mario quien se rearmó dejando el proceso de paz entre la administración de Álvaro Uribe Vélez y las AUC y se conformó las AGC(autodefensas gaitanistas de Colombia) conocidos finalmente como clan del golfo grupo que copó las áreas de las otroras AUC y que reinició la guerra por el control de las rentas ilícitas y portafolios criminales, operando bajo el modelo de subcontratación criminal, la injerencia en política, la inyección de capitales en la construcción,, industria y monocultivos, entre otros.
En el año 2019 tras derrotar a los caparros, una especie de disidencia de las AGC, logra el control del golfo de Urabá y el sur de Córdoba, así como el bajo cauca y se proyectó avanzar hacia el Chocó y expandirse a varias zonas del país.
A pesar del poderío que esta organización narcoterrorista de tercera generación logró producto de la expansión de sus portafolios criminales hacia Estados Unidos y Europa, seguramente tras la captura de este narcoterrorista se vendrá un proceso de pugna entre estructuras de las AGC por el control estructural, de rentas ilícitas y portafolios criminales, así como el control territorial y de la base social.