Járkiv, Ucrania (CNN) — En una estación de metro en Járkiv, una mujer joven sostiene un auto de juguete, un oso de peluche y un envase de jugo frente a un grupo de menores de escuela primaria.
«Estos son objetos que vemos en nuestra vida diaria”, dijo Julia Gorlenko, del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. «Son brillantes y coloridos, pero también pueden ser peligrosos».
Ella señala un modelo de una munición que un niño podría confundir fácilmente con un juguete. «Este puede volarte la cabeza, una mano o una pierna”.
A medida que Rusia continúa su bombardeo de semanas en la segunda ciudad más grande de Ucrania, los menores de Járkiv reciben una dura lección sobre la realidad de la guerra