Luis Eduardo Olarte o, sencillamente, Luis E. Olarte, nacido en Bogotá en 1938 pero radicado en el Quindío a partir de 1947 y uno de los referentes del ciclismo de antaño de este departamento, falleció a sus 85 años de edad en la ciudad de Armenia.
Olarte, pese a ser cundinamarqués, se convirtió en una de las insignias más queridas del pedalismo de esta región, como quiera que la representó en varias Vueltas a Colombia, entre ellas, las comprendidas entre 1961 y 1963, y en otros eventos del calendario de la Federación Colombiana de Ciclismo.
Aunque no pudo cumplir el sueño de adjudicarse una etapa pese a sus múltiples ataques e intentos en el pelotón, don Luis E. Olarte se ganó el aprecio y el reconocimiento de todos por sus calidades de deportista combativo y mejor persona.
Hace poco más de dos años, Olarte recordaba cómo le nació el amor por el ciclismo:
«Yo montaba en bicicleta desde muy niño, pero de manera recreativa. Un domingo un amigo me dijo que iban a hacer una carrera y me invitó a competir. Me presenté a la cita ciclística, pero sin uniforme, de pantalón, camisa y zapatos, con una bicicleta de llantas gordas y un poco envejecidas. Entonces el señor me dejó correr así, sin uniforme. Había que ir hasta La Tebaida y volver, por una carretera aún empedrada. Llegué de primero a La Tebaida, pero faltaba el regreso, los jueces daban un papelito que constaba que sí había llegado a La Tebaida. En Armenia, faltando cuatro cuadras para la meta, ahí por la carrera 18 con calle 32 yo iba de primero, pero se me cayó el papelito y mientras me bajé a recogerlo, se me pasaron y quedé de cuarto».
Y ello fue suficiente, porque desde entonces don Luis E. Olarte no se quería bajar de la bicicleta:
«A raíz de eso, le cogí amor a este deporte, me levantaba a las 4:00 de la mañana a entrenar, iba para La Línea un día y luego a Pereira, Sevilla y así entrenaba».
Las exequias del señor Luis Eduardo Olarte se cumplen este martes en la capital del Quindío.