Del experimento a la experiencia

Llevar la ciencia al territorio y que las instituciones educativas del departamento abracen la fauna y la flora desde la conciencia son el faro que guía al proyecto La Casita de las Ciencias, espacio liderado por Rocío Stella Suárez Román, docente del programa de Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental.

La Casita de las Ciencias es un escenario para que el programa académico se acerque a la comunidad –interna y externa– a través de diferentes formas de vivir, enseñar y conocer las ciencias. “Nosotros buscamos que se fortalezca el aprendizaje significativo a través de la experiencia, y que las niñas, niños y ciudadanía puedan conocer que la naturaleza que los rodea tiene funciones importantes en nuestro medio ambiente”, señaló la coordinadora del proyecto.

A principios del año 2.000, contó Suárez Román, el docente César Augusto Rodríguez Torres (Q.E.P.D) fue el que promovió la idea de llevar el conocimiento de la entomología (ciencia que estudia los insectos) a una colección física que pudiera quedar a disposición de la academia. Luego, en 2017, el docente Álvaro Botero empezó a llevar esta colección a los centros comerciales con otras ideas “fantabulosas” que dejaban ver la ciencia con otros ojos. La gente estaba encantada con los insectos y sus colores, formas, tamaños, lo que provocó que una colección inerte se convirtiera en aula viva.

Así las cosas, en el 2018 se repensó el proyecto y se convirtió, entonces, en La Casita de las Ciencias, que bajo la coordinación de la docente Alba Carolina Molano Niño y junto a las docentes Rocío Suárez y Nadia Lucía, se enfocó en ser un espacio para el experimento de la experiencia, desarrollo de pensamiento científico y ambiental, enseñanza de competencias científicas y ambientales, así como un escenario de práctica para los estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental que son maestros en formación.

Cómo funciona La Casita de las Ciencias?

Las Instituciones Educativas del departamento –públicas y privadas–, así como otras instituciones y organizaciones de la región que tienen la necesidad de fortalecer algún aspecto o área científica, acuden a la Universidad del Quindío para que, desde el proyecto de Extensión se les asista en dichas necesidades.

Los integrantes del proyecto se encargan de construir las estrategias, estaciones y dinámicas que se usarán durante el tiempo que requiera esa institución y, con el apoyo de semilleros de investigación y laboratorios y colecciones científicas, se llevan a cabo las estrategias. Numerosos estudiantes y docentes han sido voluntarios y practicantes del proyecto, lo que ha permitido que la ciencia que se realiza en nuestra alma mater sea trasladada y descentralizada a las comunidades educativas.

Los enfoques de la Casita de las Ciencias han sido varios. Según comentó Suárez Román, estuvieron apoyando durante mucho tiempo a CEPAS –programa integral que maneja una población vulnerada y vulnerable que tiene limitaciones fuertes como el acceso a la universidad o a otro tipo de estudios– a través de la enseñanza del emprendimiento y el manejo e inversión del tiempo libre, usando los recursos que la tierra genera.

La Casita de las Ciencias 3

Otra de sus modalidades es “Escuelas Vivas”. El año pasado estuvieron en la I.E Boquía trabajando en dos necesidades académicas puntuales: el primero fue que los estudiantes aprendieran a comunicar aspectos medio ambientales, y el segundo trató sobre plantas potencialmente peligrosas para población escolar. Asimismo, han apoyado el proyecto ONDAS, han realizado ferias experimentales y participado en distintos congresos regionales, nacionales e internacionales de ciencias biológicas.

Finalmente, el proyecto busca generar consciencia interactiva en los niños y niñas de temprana y mediana edad sobre la importancia de conocer, cuidar y conservar el espacio que habitamos, de manera que la ciencia, la academia y el territorio sean un tejido social que invite a perder el miedo a los insectos, plantas y elementos de la naturaleza y crezca el amor por el territorio.

La Casita de las Ciencias es un proyecto del programa de Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, que hace parte de la vicerrectoría de Extensión y Desarrollo Social, liderado actualmente por la docente Rocío Suárez Román, y apoyado por los docentes Álvaro Botero Botero y Aura Yesenia Morales Cárdenas. Este espacio impacta a más de 3 mil personas al año no sólo del departamento del Quindío, sino también del Eje Cafetero y del Valle del Cauca.