Dramática resultó el lunes festivo la última fecha de las semifinales que decidió los dos equipos que disputarán el título del primer semestre del Torneo de Ascenso 2024, entre Orsomarso de Palmira y Llaneros de Villavicencio.
Un gol de más, a favor de Orsomarso; y otro en la diferencia de gol, en el caso de Llaneros, fueron suficientes para que ambos equipos se instalaran en la final premiando así su regularidad a lo largo del campeonato que inició en febrero pasado.
Si bien, por encima de ellos estuvieron Atlético Huila y Cúcuta Deportivo, en honor a la verdad hay que aceptar que Orsomarso y Llaneros fueron grandes protagonistas y se mantuvieron en la parte superior del torneo ocupando siempre la tercera y cuarta plazas, y a veces hasta la segunda. De allí, no se bajaron.
En el grupo A, Orsomarso y Real Cartagena terminaron igualados en puntos (13) y también en la diferencia de gol (4), pero clasificó el primero al superarlo por un gol de más, a favor (7 a 6).
Casi lo mismo ocurrió en el grupo B, donde Llaneros y Unión Magdalena finalizaron empatados en puntos (11), pero el primero le arrebató el boleto a la gran final al tener mejor diferencia de gol (4 a 3).
Los llamados «grandes o referentes» que llegaron de la Primera División hace buenos años, siguen estancados ahí y de nuevo se quedaron sin final como Deportes Quindío, Unión Magdalena, Cúcuta Deportivo, Real Cartagena o Atlético Huila.
Vuelve el aficionado y también el periodista, a preguntarse si es mejor o más rentable para el bolsillo del dirigente jugar en la B o en la A. Vaya usted a saber, como diría hace algunos años el inolvidable periodista Luis Carlos Ramírez, el popular «Comanche».