Darío Campagna, el ídolo que fichó hace 26 años el terremoto de Armenia
No está de más dedicarle un nuevo espacio a uno de los grandes ídolos que ha tenido Deportes Quindío en toda su historia, porque creemos que vale la pena y además porque sigue vivo en la memoria de los aficionados.
Se trata del argentino Darío José Campagna, nacido en la ciudad de Rosario el 2 de febrero de 1962 y quien inició su carrera futbolística en las inferiores de Rosario Central para luego debutar en primera división el 22 de diciembre de 1982, ingresando por Claudio Scalise en el minuto 18 del segundo tiempo en un partido contra Quilmes, a sus 20 años.
Pero su primera tarde consagratoria llegaría ocho días después cuando recibió la oportunidad de ser titular y anotó dos goles ante Unión de Santa Fe, el primero de tiro libre a los 26 minutos y el segundo a los 42 en gran jugada individual que causó admiración a todos, incluidos los del club rival.
Luego, Darío José Campagna se vino a Colombia en 1985 contratado por Deportes Quindío para triunfar en un mítico equipo junto al peruano Abel Augusto Lobatón, el goleador colombiano Víctor Lugo, y sus compatriotas Jorge Alberto Taverna y Juan Eugenio Muriel, entre otros.
Se fue de Quindío para probar en 1989 con la camiseta azul de Millonarios, pero al no ser tenido en cuenta en el once inicialista decidió despedirse como futbolista del país y regresó a Argentina para cerrar su carrera en clubes como Talleres de Córdoba, Kimberley, Deportivo Norte de Mar del Plata y Alvarado (1995).
Retirado, hizo el curso de entrenador con la ilusión de algún día dirigir en Deportes Quindío aprovechando el buen recuerdo que había dejado como persona y futbolista. En una entrevista con su gran amigo James Padilla Motoa de RCN, un día le dijo: «A Armenia tengo que volver para ser entrenador de este equipo que será inolvidable para mí. Tengo que devolverle algo de lo que tanto me dio, don James».
Y con 37 años Darío José regresó, pero no para ser entrenador. Lo hizo para acercarle al equipo -también en su calidad de empresario- a dos jugadores en los que había puesto sus ojos como seguros triunfadores en el fútbol colombiano: el delantero Diego Montenegro y el centrocampista Rubén Bihurriet.
Y en esas estaba. Descansaba en compañía de ellos el lunes 25 de enero de 1999 en el hotel Izcay ubicado en la esquina de la calle 22 con carrera 14 de Armenia, a la espera de firmar en horas de la tarde con el presidente César Pinzón el contrato que los uniría al equipo dirigido por el técnico antioqueño Juan Eugenio Jiménez.
Pero vino lo peor cuando un brutal terremoto convirtió la ciudad en ruinas a la 1:19 p.m. y el dolor se había apropiado de todo, sepultando en el hotel que se vino abajo el nuevo proyecto de vida del argentino Darío José Campagna, uno de los inolvidables ídolos del Deportes Quindío en sus 74 años de historia.