En una ceremonia presidida por el comandante de la Octava Brigada, con la asistencia de las autoridades de la región y las familias, estas jóvenes que decidieron prestar su servicio militar de manera voluntaria, recibieron las armas que de forma legítima la República les entrega.
En el marco de la Operación Ayacucho, muchos colombianos deciden hacer parte de la empresa más grande del país: el Ejército Nacional, y engalanando la plaza de Bolívar, de Armenia, Quindío, son acompañados por sus habitantes, quienes expresan admiración por su valentía y arrojo al asumir con honor, el compromiso que los identifica como defensores de la patria.
Las nuevas soldados provienen de distintas regiones del país y a todas las une el mismo sentimiento patrio y vocación de servicio a su patria, portando el uniforme camuflado y en su pecho llevando el nombre Ejército Nacional.
Luego de un mes de hacer parte de instrucción en sus unidades, estas jóvenes culminan su primera etapa y posteriormente realizarán la segunda fase de entrenamiento en el Batallón de Instrucción y Entrenamiento N.°8, hasta estar preparadas para asumir los distintos roles que la Institución les asigne a fin de aportar a la seguridad y desarrollo del departamento del Quindío.
Padres, familiares y amigos orgullosos, lágrimas de felicidad, abrazos, honor y orgullo estuvieron presentes durante el acto que por siempre estará presente en la mente y en los corazones de las soldados y sus seres queridos porque es este un paso hacia el cumplimiento de las metas de cada una de ellas.