No se reponen las autoridades de Barranquilla y de Colombia, tras el anuncio de Panam Sports en el cual oficializó a las ciudades de Lima y Asunción como candidatas a recibir la sede de los Juegos Panamericanos de 2027.
El anuncio, en definitiva, descartó a la capital del Atlántico, que desplegó todos sus esfuerzos para tratar de recuperar la sede que le fue retirada el pasado 2 de enero por el incumplimiento del Gobierno Nacional en el pago de los dineros estipulados en el contrato.
El presidente del Comité Olímpico Colombiano (COC), Ciro Solano Hurtado, precisó que «la sensación es de impotencia, de mucho dolor. Teníamos la esperanza de recuperar la sede pero no fue posible. La ciudad de Barranquilla, el Atlántico, el país, todos perdemos credibilidad. Es lamentable lo que ha sucedido».
Sobre las pérdidas que supone el retiro de la sede a Barranquilla, Solano manifestó que «están en riesgo 2 millones de dólares por derechos y otros 25 mil dólares por concepto de candidatura. Sin embargo, no se firmó una póliza de 50 millones de dólares que habría podido aumentar las pérdidas para el país. Es muy triste todo esto».
El 12 de marzo se cumplirá de manera virtual la Asamblea General Extraordinaria del Comité Ejecutivo de Panam Sports, la entidad que congrega a 41 países que elegirán la próxima sede de las justas entre Lima, la capital peruana; y Asunción, la de Paraguay.
Al presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego; y a su ministra del Deporte, Astrid Bibiana Rodríguez, se les endosa el no haber hecho las gestiones pertinentes para que Panam Sports le mantuviera a Barranquilla la sede del evento panamericano, el más importante después de los Juegos Olímpicos que este año se celebrarán en París.