Álvaro Castrillón, de 79 años de edad murió la noche del martes de un infarto fulminante cuando caminaba por plena vía pública de Calarcá muy cerca de su casa en el centro de la localidad, dicen testigos que lo observaron llevándose la mano al pecho por un intenso dolor que lo aquejaba, no hubo tiempo de auxiliarlo.
Fueron momentos de intensa angustia para quienes se movilizaban por el sector muy cerca a la Plaza Bolívar de la villa del cacique al parecer ya había terminado de trabajar vendiendo su famosa forcha que por muchos años ofrecía en el interior del parque.
Personal judicial llegó al lugar para inspeccionar el cuerpo de Álvaro Castrillón y trasladarlo a la morgue de Calarcá.
Luz Mary Espitia, una habitante de Calarcá amiga de “Alvarito” como era conocida la víctima en la localidad, lamentó profundamente la muerte del ciudadano con quien había pasado toda la tarde y como dice ella, recochando, lo recuerda como un hombre alegre, trabajador, responsable, buen vecino y muy solidario.